Cuando Luis XV despreció las preciadas huevas que el zar Pedro el Grande le regaló, no tenía idea de que aquello se transformaría en un alimento sinónimo del lujo: el caviar.

Actualmente, el caviar más apreciado y de mayor renombre en todo el mundo es italiano. Se trata del Caviar Calvisius, un producto que tiene su origen en Calvisano, pequeño pueblo de la provincia de Brescia, y que confirma la calidad del Made in Italy.
El caviar conocido con la marca Calvisius es producido por la empresa Agroittica Lombarda que cuenta con el criadero de esturiones más grande de Europa. En esta zona de la llanura de Brescia una resurgencia contribuye a un modelo de cría sostenible, donde en aguas muy puras chapotean las especies de esturión más apreciadas, entre las cuales se encuentran el Esturión blanco y el Beluga.
Este es uno de los secretos que rodean a la excelencia del caviar del Calvisano, la atención puesta en conservar un ambiente sin contaminación, biológico y tranquilo, en el cual las especies piscícolas se reproducen y crecen produciendo huevas de alta calidad.
Calidad y unicidad que derivan también de la pasión y atención que se pone en todo el proceso productivo del Oro negro de Calvisano. Se comienza con una larga espera, de hecho, son necesarios varios años antes de poder reconocer a las hembras de esturión y poder obtener luego el caviar, procedimiento que tiene lugar una sola vez a lo largo de la vida del pez. Las huevas deben ser extraídas una vez que han alcanzado el nivel perfecto de maduración y Agroittica Lombarda conoce el momento justo gracias a la monitorización de los esturiones.
El esturión criado en Calvisano se distingue por sus huevas particularmente grandes, que, una vez elaboradas siguiendo el método ruso Malossol – de bajo contenido de sal – conservan el extraordinario aroma natural de las diferentes especies y ofrecen un caviar de color elegante, con matices que varían del gris oscuro al negro azulado o incluso con tonalidades ambarinas.
Los paladares deseosos de un sabor lujoso pueden escoger entre distintos tipos de caviar: el Calvisius Tradition Elite, producido en edición limitada, el cremoso Calvisius Beluga, el Calvisius Venise, de marcado sabor, el sabroso Calvisius Oscietra Classic y el soberbio Calvisius Oscietra Royal.
Para llevar a la mesa un poco de creatividad, entra en escena el Lingotto Calvisius, para saborear rallado o bien cortado en pequeñas fetas y extendido sobre el plato, se aconseja acompañarlo con un buen puré de patatas. La Crema de Mantequilla Calvisius también se presta parea crear ideas culinarias lujosas y siempre originales.

La degustación puede definirse como un ritual refinado que lleva a vivir una experiencia sensorial. El caviar, servido sobre un lecho de hielo finamente triturado, se saborea colocado sobre una cuchara de nácar, que permite mantener inalterado su sabor frutado y su delicado aroma. Combinándolo además con las burbujas de un Franciacorta, la experiencia se completa como un circuito del sabor en las tierras de Brescia.
Prácticamente la producción completa se exporta al exterior, incluso en Rusia, madre patria del caviar, que, reconociendo su calidad, importa el preciado Caviar Calvisius.
El éxito internacional del Oro negro de Calvisano lo ha llevado, además de a las mesas de muchos restaurantes italianos como el Albereta de Gualtiero Marchesi en Franciacorta, a distintas mesas prestigiosas como las del restaurante que se encuentra dentro del Hotel Four Seasons de Nueva York. O bien es posible viajar con estilo y degustar el Calvisus a bordo de las compañías aéreas Lufthansa, Singapore Airlines y Thai Airways, de las que Agroittica Lombarda es el único proveedor de caviar.
Además los elegantes envases se pueden adquirir en distintas tiendas presentes en todo el territorio italiano o bien hacer pedidos en línea en el sitio de la empresa. Para el mercado italiano están disponibles pequeñas presentaciones (10 g) a un precio accesible, de modo que puedan ser degustadas y apreciadas por quienes desean permitirse un momento de sabor refinado, con conciencia de la calidad que ofrece el territorio.