Gargnano se situa en la orilla occidental  del Lago de Garda,  protegido de los fríos vientos del Norte por una corona de montes y colinas.

Su territorio está compuesto por muchas fracciones;  en las pendientes que rodean el poblado el clima templado ha creado las condiciones ideales para que crezcan los cedros, limones, olivos, cipreses.

El centro de Gargnano se agrupa alrededor del puerto, a donde se asoman elegantes palacios, entre ellos el comunal, construido a finales de 1500.  En la fachada orientada hacia el lago, se han incorporado las bolas de cañon que una nave austriaca disparó contra el pueblo en 1866, durante la tercera  guerra de la independencia.
La iglesia más antigua de Gargnano, San Giacomo, data del siglo XII  y ha sido recientemente restaurada. En el exterior, en una pared lateral, destacan tres frescos  trecenteschi.  En el  interior, en un valioso altar de loza, recogida en un nicho, se puede admirar la cinquecentesca estatua de madera de  San Giacomo.

Entre las  numerosas villas que se asoman sobre el lago, Villa Feltrinelli, costruida  a finales del  Ottocento, destaca por su papel en uno de los episodios más  sombríos de la última guerra:  albergó la oficina administrativa de  Mussolini durante la Repubblica di Salò. Mientras que más al norte, en San Faustino, surge la villa que Mussolini  elige como residencia personal.