La cultura como adhesivo de la diversidad, luz en la oscuridad, alivio y cura de las heridas infligidas por la pandemia: esta es la idea que impulsa la decisión de «iluminar» estas dos ciudades lombardas, otorgándoles al unísono el título de Ciudad de la Cultura Italiana 2023.

Dos ciudades hermanadas por la geografía, aunque no siempre amigas, comprometidas a entenderse, compartiendo una perspectiva renovada, positiva y una firme esperanza en el futuro inmediato. 

Hablemos de Bérgamo: la capital de la provincia homónima en la región de Lombardía, rica en historia, arte y atracciones de muy variada índole, es un destino perfecto para descubrir sus maravillosas vistas urbanas, testigos de siglos de maravillas aún intactas. Es todo un placer explorar la Ciudad Alta, el magnífico corazón de la ciudad, accesible a bordo del funicular histórico que la conecta con su centro y del que Le Corbusier dijo que «incluso tocar una piedra habría sido un crimen», pero tampoco podemos olvidar disfrutar de un paseo por las Murallas Venecianas, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO por su esplendor e increíble estado de conservación. Merece la pena deleitarse con un recorrido a través de la historia de la pintura italiana en la Accademia Carrara, guarda y custodia de creaciones excepcionales de maestros del Renacimiento italiano como Botticelli, Rafael, Tiziano y el retratista bergamasco Moroni e incluso sumergirse de lleno en la atmósfera contemporánea de la cercana GAMeC (Galería de Arte Moderno y Contemporáneo), ubicada dentro de un complejo arquitectónico restaurado del siglo XV.
Bérgamo comparte este escaparate con Brescia, una ciudad acogedora e inclusiva conocida por su capacidad para transformar materias primas en artefactos de alta tecnología, así como por su trasfondo decididamente humanista. Otrora apodada «la Leonessa» por Giosuè Carducci para conmemorar la revuelta contra el ejército austríaco, en la actualidad Brescia vive un momento de resurgimiento, en perfecto equilibrio entre su vocación industrial y la de capital de la historia, el arte, el entretenimiento y el deporte, y se halla en medio de una fase de recalificación que pretende darle mayor protagonismo a nuevos espacios verdes y un plan de peatonalización para su centro histórico, embellecido por el Museo de Santa Giulia, el Parque Arqueológico de Brixia Romana, el Castillo en la colina Cidneo y el Museo Mille Miglia, inaugurado en 2004. Una capital en la que disfrutar de los espacios abiertos que ofrecen la Piazza della Vittoria y los palcos del Teatro Grande o los locales de la Contrada del Carmine y la belleza renacentista de las arcadas de Piazza Loggia.
Esta candidatura conjunta como Capital de la Cultura 2023 es, por tanto, una magnífica oportunidad para incrementar el ya notable patrimonio museístico de las dos ciudades con nuevas inauguraciones, así como para organizar un sinfín de eventos internacionales con el arte, la humanidad y la actualidad como protagonistas con el fin de hechizar y cautivar al aluvión de visitantes que se espera este año en Lombardía.

BÉRGAMO Y BRESCIA 2023: LA CIUDAD ILUMINADA
El tema de Bérgamo y Brescia 2023, punto de inspiración y partida que irá más allá del año en curso,  es La Ciudad Iluminada: un título cuya idea es transmitir que estamos en un territorio abierto, tolerante y de amplias miras en el que las diferencias no limitan, sino que enriquecen, y donde la cultura se convierte en herramienta de evolución, de cambio, de despertar. 
Estas dos ciudades han sido concienzudamente seleccionadas para permitirles expresar sus identidades tratando de cerrar la brecha social instaurada en los últimos años. La agenda de eventos y proyectos fue definida como resultado de una «planificación participativa» en que, además de las Consejerías de Cultura, están involucradas universidades, empresas, artesanía, turismo, escuelas, asociaciones e, incluso, la comida y el vino. 

El «Dossier Bérgamo y Brescia, Capital de la Cultura 2023: La Ciudad Iluminada» se divide en 4 áreas principales de acción:
●    «La cultura como cura»: respuesta en forma de proyecto derivado de la dramática experiencia de la pandemia que pretende orientar la cultura como una herramienta para sanear la fragilidad estructural de un hoy más amplio. 
●    «La ciudad de la naturaleza»: una reflexión sobre el gran desafío de nuestro siglo a fin de estimular la complicada relación entre espacios urbanos y naturales para hacer las dos ciudades más verdes y sostenibles.
●    «La ciudad de los tesoros escondidos»: un conjunto de proyectos nacidos para repensar, rediseñar y reinterpretar la relación con el patrimonio cultural de ambos territorios, sin centrarse únicamente en los centros históricos, sino también dándoles importancia a los caminos que conectan las ciudades como riqueza paisajística conjunta.
●    «La ciudad que inventa»: una serie de proyectos en los que empresas y asociaciones representativas, Cámaras de Comercio y universidades, junto a las instituciones artísticas y culturales, se comprometerán a mostrar sus capacidades de invención, diseño y construcción.