- Cicloturismo
De Cremona a Casalmaggiore
Danzando en los meandros del Po. Entre hileras de sauces, chopos y casas rurales.
En Cremona, la ciudad del vivir bien de la que sale nuestra ruta, es un placer despertarse con el sonido del timbre.
Después de un buen desayuno en una de las pastelerías de la ciudad, entre perfumes de abeto rojo, arce, chopo y caoba que se difunden en los talleres de los fabricantes de violín, saludamos a la Plaza del Municipio, al Duomo, al Battistero y a la torre de la campana del Torrazzo para pedalear hacia el sureste, siguiendo la ruta de bicis de la Golena del Po.
La emoción es fuerte. Este es un fragmento del territorio más amplio que forma parte del proyecto VenTo, la vía para bicis y peatonal dedicada, con fondo de asfalto o deslizante, que conectará Venecia con Turín, a lo largo del Po a través de Lombardía: un recorrido de 679 kilómetros, entre cuevas, pequeños frutales, hileras de chopos y bosques a lo largo del 45° paralelo norte, todavía en fase de proyección.
Hasta hoy, el tramo que va de Cremona hacia oriente, a lo largo de la orilla izquierda del Po, es mixto, pero ya indicado para bicicletas. El río hace de guía, aparece y desaparece, se esconde detrás de la cortina de los chopos y la flora palustre: juega al escondite entre los hoyos que desvelan su antiguo lecho y con las acumulaciones de restos de grava.
La primera casa que se encuentra, con la típica arquitectura rural con patio, anuncia la entrada en el Parque del Po y del Morbasco, con zonas boscosas y la sugestiva playa fluvial de la Luna, donde el recorrido es ligeramente más movido, también indicado para las mountain bike. En esta parte de la ruta en bici la toponomástica sugiere las características del territorio: el pueblo de Gerre de’ Caprioli, en dialecto “ghiaie”, recuerda la presencia de pequeños caminos de grava.
El río sigue su juego sinuoso: se acerca y se aleja, una forma de andar que tomó sólo en el siglo XVI cuando conoció repetidos desplazamientos hacia el norte. A veces damos con tabernas en las que un tiempo había un “paso”, un barquito o un puente para pasar a la otra orilla.
En otros puntos nos dejamos llevar por el sonido de las campanas de las iglesias de campo. Es lo que sucede en Solarolo Monasterolo y en Motta Baluffi donde un acuario en pleno campo, a pocos centenares de metros de las orillas, recoge, en unos sesenta tanques, todas las especies del Po.
Seguimos pedaleando con soltura. La orilla alzada hace de mirador sobre la llanura, una tímida muralla donde es posible otear la cabeza violácea de la orquídea purpurea En Gussola, en donde había un meandro, entre islas y orillas blanquecinas, se encuentra el Oasis Lipu del Lancone para la tutela del hábitat del cañaveral, con aves acuáticas y migratorias. Los sauces, los chopos y los anus situados con rigurosa geometría reciben aquí la visita de la paloma torcaz y del pájaro carpintero.
Cerca de Casalmaggiore, con una amplia curva, el río Po se acerca a las casas. Aquí podríamos pararnos, en el “listón”, la pavimentación de la Plaza Garibaldi con el Palacio Municipal de aspecto neogótico. Desde la orilla de Suzzara, el itinerario en bicicleta sigue por la orilla derecha del Po, por caminos ribereños, entre choperas y campos sembrados. En el tramo de Mantua, más cerca de la desembocadura, el Gran Río sigue su curso hasta 5 metros por encima del nivel de los campos, sujetado sólo por los terraplenes con muros de hierba. Agudos, los viejos campesinos, notan que en estos campos los peces nadan más arriba de donde vuelan las aves acuáticas. Y nosotros con las bicicletas estamos idealmente en medio, entre dos mundos. En esta tierra sin sombra.
Ni uno de los kilómetros que nos espera es de ciclovía protegida. Los terraplenes son los que garantizarán nuestra seguridad además de la orilla del río. Y serán los patios rurales, fábricas agrícolas y lugares de ocio que un tiempo pertenecieron a los señores de Mantua, los Gonzaga, además de los asentamientos de los colonos, los que nos den puntos sólidos de orientación en esta sinuosa geografía fluvial.
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En el día
Dificultad: fácil
Distancia: 56 km
Desnivel: 50 m
Carreteras: 80% asfaltadas; 20% de tierra
Bici: de turismo y mountain bike
Cuándo: de marzo a julio y de septiembre octubre
Estado de ánimo: fluvial