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Observación de aves en Lombardia
Parques, reservas y oasis en los que contemplar la vida secreta de las aves
Observar las aves en libertad en la naturaleza es una pasión capaz de conquistar a niños y adultos por igual, reuniéndolos en la alegría de descubrir sus especies infinitas, aprender a conocer sus conductas e incluso reconocer los ejemplares que migran y regresan a pasar el invierno a Italia.
Te contamos cómo y dónde disfrutar de esta fascinante actividad en Lombardía, región que alberga innumerables hábitats, ideales para muchos animales.
Dónde observar las aves en Lombardía
Llanuras, colinas y montañas, bosques de planifolios y arbustos de los Apeninos, lagos, ríos y torrentes, humedales de agua dulce y salobre, canales, turberas y manantiales: la morfología y variedad del territorio lombardo es incomparable. Tanto es así que la región ha instituido, hasta la fecha, no menos de 66 reservas naturales —a las que se añaden tres reservas naturales estatales— que recogen los principales tipos de medio ambiente y se sitúan en las zonas alpinas y prealpinas, en los Apeninos y en las llanuras, como el fabuloso humedal de S. Francesco, al sur del Garda. Igualmente espectaculares son los Oasis de la LIPU (Liga Italiana de Protección de las Aves), que gestiona más de 7000 hectáreas de naturaleza y alberga, solo en lo que respecta a la avifauna, más de 300 especies de aves que pueden observarse en las distintas estaciones. Muchos Oasis sirven como lugar de reproducción a varias especies protegidas en peligro de extinción, como la cigüeña blanca, el alimoche común, el halcón de Eleonora y algunos patos.
Convertirse en un observador de aves perfecto
En la región que comprende Europa, el norte de África y Oriente Próximo habitan unas 800 especies de aves, 450 de las cuales frecuentan Italia: son aves que anidan y se reproducen en territorio italiano o pasan el invierno en él y son migratorias. Ser capaz de identificarlas y reconocerlas todas es una tarea difícil, ¡pero no imposible! Hay que estudiar la forma, los colores del plumaje, el vuelo, las costumbres, así como el gorjeo y el canto. Para iniciar esta fascinante experiencia, solo se requieren dos herramientas, si bien son son indispensables. En primer lugar, equípate con el más importante: los prismáticos. Elígelos en función del peso, la robustez y la luminosidad. Es importante que la relación entre el aumento y el diámetro de la lente (que se muestra sobre todos los prismáticos) esté comprendida entre 8 x 40 y 10 x 50. Luego hace falta una guía para reconocer las aves: es mejor usar una pequeña y manejable, si es posible con dibujos y detalles abundantes (diferencias entre machos, hembras y miembros jóvenes de una especie, comparaciones entre ejemplares similares...). Para reconocer las especies presentes en Italia, agrupadas por hábitat, la LIPU ha creado una guía descargable gratuita. Por último, no olvides un cuaderno en el que marcar los puntos y coordenadas de detección y tus observaciones. Con el tiempo, la experiencia te permitirá reconocer los hábitats predilectos de las diversas especies y su fenología de migración, es decir, cuándo regresará un determinado pájaro a tu punto de observación favorito.
Entre parques y reservas
Para comenzar nuestra gira virtual de observación de aves, elegiremos un lugar mágico, el humedal de San Francesco, monumento natural de más de 7000 m² cerca de Desenzano del Garda. En él, los bosques acogen aves residentes y migratorias, mientras que las riberas y los juncos protegen la vida silvestre y la biodiversidad. Allí invernan fochas, somormujos, cormoranes, gaviotas, porrones moñudos, porrones europeos y gallinetas de agua. Las garzas imperiales y otras especies poco comunes, como el pato colorado, han elegido el Oasis para anidar y reproducirse.
En dirección a Mantua, el Parco del Mincio es uno de los lugares más indicados para observar la avifauna. El río, las colinas, los canales, los estanques y los juncos son el hábitat ideal para los cormoranes moñudos que llegan a las reservas naturales de Vallazza y Valles del Mincio. En otoño, las garzas se suman a las muchas especies de pantano ya presentes. Hay dos puestos de observación: una edificación en Chiavica del Moro y una barrera en el cañaveral de Rivalta sul Mincio.
También en un entorno lacustre se encuentra el Oasis de la Bruschera o los cañaverales del lago Mayor que, junto con el aliso, son refugio de decenas de especies protegidas. Entre las aves: picos picapinos, halcones, garzas grises, blancas y rojas, fochas, somormujos, gallinetas y aves acuáticas residentes y de paso.
A caballo entre las provincias de Como y Sondrio se encuentra la gran reserva natural Pian di Spagna y el lago di Mezzola (1586 hectáreas), famosa por su riqueza ornitológica. Su ubicación es estratégica, ya que se trata de una de las principales rutas migratorias alpinas y prealpinas y un lugar de parada e invernada para la avifauna europea. En su interior se han identificado 268 especies de aves, nidificantes y migratorias, entre ellas, inusuales cigüeñuelas, archibebes, andarríos chicos, pechiazules y el muy poco común escribano lapón.
Junto a Como está también el Oasis del Bassone-Torbiera di Albate, gestionado por la WWF. Su centro es el pantano con cañas, masas de agua y bosques anegados. Se han censado más de 200 especies, muchas de ellas nidificantes, gracias a la elevada diversidad de ambientes. Durante las migraciones se producen los encuentros más interesantes: el carricerín, el papamoscas cerrojillo, diferentes especies de mosquiteros…
Pasando a la región de Oltrepò Pavese, encontramos el famoso parque de las fochas, el cual, gracias a las antiguas canteras dedicadas a la extracción de arcilla inundadas por aguas subterráneas y su proximidad al Po y a los Apeninos, es una zona de descanso ideal para las aves migratorias. Las especies observadas son más de 260. Entre los visitantes más interesantes se hallan: el fumarel cariblanco, el chorlito dorado asiático y el chorlito carambolo. ¡No te pierdas al rey de las codornices!
En los oasis protegidos
Equípate para avistar especies: los Oasis de la LIPU en Lombardía son seis. En la zona de Pavía, rica en bosques y humedales con resurgencias, en el parque regional del valle del Ticino encontramos los de los bosques «Bosco del Vignolo» y «Bosco Negri» (reserva natural orientada). Ambos presentan una avifauna rica y variada: carboneros, chochines, oropéndolas, cucos, arrendajos, garzas, patos, gallinetas y martines pescadores. En primavera, se escucha el picoteo de los picos picapinos y carpinteros y el sonido de los alcotanes. En invierno, vuelan busardos y aguiluchos reales y en los arbustos se ocultan acentores y pinzones. Desplazándonos hacia el este, el Oasis de Lancone, cerca de Cremona, alberga varias especies de aves de pantano y migratorias, gracias a un hábitat compuesto de juncos. En él anidan especies comunes, pero también otras más inusuales: garzas imperiales, aguiluchos laguneros y carriceros. En invierno y durante las migraciones, llegan patos y aves del norte de Europa.
Subiendo hacia el norte, el Oasis Palude Brabbia se levanta sobre una antigua turbera, convertida en reserva natural de la región de Lombardía, y ofrece senderos e instalaciones de observación, incluida una pequeña embarcación que conduce a una cabaña flotante. Las especies de aves observadas superan las 160 y el pantano es el hogar de una colonia de más de cien parejas de garzas. También hay una estación de anillado para la supervisión de la avifauna.
Muy cerca de Milán se encuentra el Oasis de Cesano Maderno, parte del Parco delle Groane, un ejemplo poco común de área metropolitana protegida y caracterizada por sus «fossi di groana», cauces de los bosques que cobran vida con el agua de lluvia. Las aves más típicas son los pájaros carpinteros y otras especies forestales, pero también las aves de presa diurnas, como el abejero, que en este parque anida en la llanura.
Por último, tenemos el área que ocupa la reserva natural Palude di Ostiglia, en la región de Mantua. Aquí las especies identificadas son cerca de 180, aproximadamente 60 de ellas nidificantes, como la garza imperial, el avetorillo y el martinete, pero también hay aves rapaces y muchísimas especies acuáticas, en primer lugar, el escribano palustre, símbolo de la reserva.
Los encuentros urbanos
Para conocer de cerca la conducta de los pájaros, no es necesario salir de la ciudad: durante todo el año convivimos con palomas, pichones, mirlos, gorriones, petirrojos, tórtolas y otros. En Milán, en lo alto del rascacielos Pirelli, desde 2017 anidan cada año Gio y Giulia, una pareja de halcones peregrinos. Y en abril, la webcam que los vigila las 24 horas del día mostró a los habitantes de Milán la puesta, la incubación y el nacimiento de los tres halcones Luna, Gino y Guido, ¡ya listos para alzar el vuelo!