En Lombardía 6 cosas para hacer con niños

¿Una excursión con niños en Lombardía? Aquí están nuestros consejos sobre recorridos sensoriales, excursiones en estilo Indiana Jones, granjas educativas. Desde el Museo Tattile de Varese hasta el Parque de Grabados Rupestres en Grosio, Valtellina.

1. En el Museo Tattile (es decir Táctil) de Varese está prohibido no tocar
En todos los museos del mundo está prohibido tocar, en este museo no. Porque conocer el mundo a través del tacto es una oportunidad de aprendizaje extraordinaria. Tanto es así que la visita al museo en Villa Baragiola se hace con los ojos vendados. Hay disponible una gran colección de modelos de madera, una especie de enciclopedia tridimensional para examinar con las manos. La experiencia se completa con las instalaciones y los recorridos multisensoriales en los que los niños (y los adultos) tienen la oportunidad de verificar, mientras se divierten, cómo los sentidos hablan un lenguaje especial capaz de hacernos conocer mejor y más a fondo todos los aspectos de la realidad.

2. Como Indiana Jones, entre pirámides y grafitis
¿Hay pirámides en Lombardía? Sí, creadas por la naturaleza, no por el hombre. Se erigen en el municipio de Zone, en el lago de Iseo: columnas formadas por la erosión que, como un bosque de pirámides redondeadas, se pueden visitar en un recorrido de una hora. En el municipio de Biadronno, en la costa occidental del lago de Varese, es posible jugar a ser Indiana Jones en el islote Virginia. En el asentamiento de palafitos prehistórico más antiguo de nuestros Alpes, Patrimonio Unesco, se visita el Museo Prehistórico, se participa en laboratorios arqueológicos y se hace la caza al tesoro. También hay talleres de excavación en el Parque de grabados rupestres de Grosio, en Valtellina. Un magnífico peñasco cerca de dos castillos conserva más de 5 mil figuras grabadas entre el Neolítico y la Edad del Hierro. Diviértete con los niños buscando formas de animales.

3. En Valle Sabbia, absorbidos por la naturaleza
Ubicado entre Val Trompia y el Valle Sabbia, el Parque delle Fucine di Casto se desarrolla a lo largo de un recorrido circular de una longitud total de 1700 metros entre vía ferrata, paredes de escalada, recorridos de trekking, itinerarios para mountain bike, puentes tibetanos, un cañón increíble producido por la erosión de las rocas, teleféricos y circuitos de excursionismo. Un buen punto de salida para descubrir el lago de Idro, que a 370 metros de altitud, es el lago más alto de Lombardía. Una excursión imperdible, en primavera y verano, es la Rocca d'Anfo, una fortificación napoleónica con murallas venecianas y una espectacular Torre della Lunetta. En otoño, es agradable pasear por la zona en ebike.

4. Una cargamento de castañas, de Brianza a Passo San Marco
Un tiempo las castañas se utilizaban para alimentar, para hacer harinas y teñir telas. «Pan que crece en los árboles», eran un regalo del cielo, secadas en pequeñas casas de cuentos de hadas llamadas secadoras. Salgamos a buscarlas entre las hojas en el Parque Regional de Montevecchia y Valle del Curone, en el sureste de Brianza; en Valtelina, arriba de Morbegno, cerca de Passo San Marco. También en Valle Intelvi, en el área de Como, donde la tradición dice que la primera castaña avistada debe guardarse en un bolsillo: ¡protege contra los resfriados!

5. Paseando por el Adda, a pie o en bicicleta
Se podría contar a los niños que, en la escuela de la aldea obrera de Crespi d'Adda, en Bérgamo, los bolígrafos, delantales y cuadernos eran gratuitos. ¿Cuántos de estos lápices deben haber dibujado el pueblo ideal, construido junto a la fábrica textil, a lo largo del Adda? Las casas de los trabajadores, como lo deseaban los industriales algodoneros Crespi, tenían huerto y jardín. Un lugar único convertido en Patrimonio de la Humanidad. Se comienza con una visita a la Aldea y luego se prosigue en una excursión, a pie o en bicicleta, hasta Trezzo, a lo largo del río, por el sendero peatonal y para bicicletas sin asfaltar que conduce a la Central Eléctrica Taccani y a las ruinas del castillo de los Visconti de Milán.

6. En la granja, una escuela de sabores
En las más de 200 granjas educativas de Lombardía uno vive encuentros que no ocurren en la ciudad. Caminas con patos, acaricias a los conejos y montas sobre un asno. Se revive un mundo perdido: aquel en el que el jabón se hacía de las cenizas y el queso de la leche recién ordeñada. Además de colegios, las Granjas Educativas reciben familias y grupos de niños, para descubrir juntos el ciclo de los alimentos, la vida animal y vegetal, los oficios de los agricultores, el territorio, para educar sobre el consumo consciente y el respeto por el medio ambiente.