El centro  histórico de Gradella ha sido considerado digno de particular mención por sus características y testimonios del pasado.

El hábitat rural  presenta casas típicas  pintadas de amarillo y perfiladas con ladrillos rosas que dan al burgo un aspecto único, todas ellas se comunican a través de los patios. El centro de Gradella  parece ser diferente, ajeno a las invasiones del mundo contemporáneo que conserva bien a la vista sus raíces más profundas. En medio del burgo esta la iglesia parroquial dedicada a la Santísima Trinidad y San Bassiano, mientras que al final del mismo se encuentra Villa Maggi.

Villa Maggi,  ya existente en el siglo XVII,  debe su aspecto actual a las modificaciones hechas en los siglos XIX y XX.