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Catedral de Bergamo
El Duomo de Bergamo está situado en la plaza homónima de la ciudad, Piazza del Duomo.
La catedral, dedicada al patrón de la ciudad, Sant'Alessandro Martire, surge en una preexistente estructura primitiva, presumiblemente fundada en el siglo VI y originariamente dedicada a San Vincenzo. El aspecto primitivo de la iglesia estaba constituido por una planta de tres naves con orientación canónica.
En 1449, con el obispo Giovanni Barozzi, la catedral tuvo una profunda restauración con el proyecto del arquitecto florentino Antonio Averlino, llamado el Filarete. Destacada fue la restructuración llevada a cabo por Carlo Fontana hacia finales del seiscientos, que ensalzó la cúpula en la mitad del transepto y alargó el ábside. Varias reorganizaciones en el campanil y en la cúpula tuvieron lugar en el curso del Ottocento.
La fachada es blanca, con una fría línea clásica, y con un pronao sobre plano elevado que une las gradas con la plaza. La planta, sigue un esquema de cruz latina. El interior tiene una única nave, decorada con estucos y cubiertas de estilo barroco. El centro y vértice litúrgico de la iglesia está ocupado por el amplio presbiterio.
A los lados del grandioso altar mayor encontramos la bancada de madera para el coro. La cúpula, erigida por Crivelli en 1853, gira elegantemente sobre el transepto: Coghetti pintó aquí el fresco de l'Assunzione in Cielo di Sant'Alessandro.
En el interior, también se pueden admirar valiosos frescos entre los que destacan: San Benedetto in cattedra y Santi di Andrea Previtali, e Madonna col Bambino e Santi del pintor bergamasco Giovanni Battista Moroni.
En la cripta, se conserva un fresco del Trecento, un plúteo y una columna salomónica de la antigua catedral. La estupenda Cappella del Crocifisso fueconstruida en 1866, con el proyecto del arquitecto Dalpino. La capilla presenta preciosas decoraciones: la cúpula fue pintada por Guadagnino.
Siguiendo el recorrido en el interior de la catedral se encuentran las representaciones y celebraciones de los santos hasta llegar al altar mayor y al ábside, donde se encuentra la figura de Jesús. Dos figuras destacan de modo particular y lideran toda la estructura iconográfica de la catedral: Sant'Alessandro mártir y la Madre María.