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Trashumancia alpina en Lombardía
Una antigua práctica tradicional que sigue la naturaleza cíclica de las estaciones. También en la versión alpina
La trashumancia es una antigua práctica pastoral que consiste en la migración estacional del ganado en el Mediterráneo y los Alpes.
Es una tradición que se remonta a la prehistoria y que también se ha desarrollado en Italia a través de los senderos de las "vías pecuarias", que son testimonio, hoy como ayer, de una relación equilibrada entre el ser humano y la naturaleza y de un uso sostenible de los recursos naturales.
La trashumancia es una práctica tradicional de migración estacional de los rebaños que adopta características muy diferentes en función de los contextos agrícolas y ambientales, y también de los rebaños o las manadas.
En Italia, aún se practica en varias regiones del país, sobre todo en el centro y el sur, donde se encuentran las vías pecuarias. La trashumancia, en su versión alpina, está entrelazada con la práctica del pastoreo de montaña, e implica movimientos complejos entre distintos valles, distintas regiones y de las tierras altas a las bajas hacia la llanura.
En Lombardía, la trashumancia alpina es una actividad bastante importante, con un gran número de rebaños que se desplazan entre el valle del Po y los Alpes. Esta práctica, que tiene un fuerte contenido de identidad, consiste en desplazarse de las llanuras a los pastos alpinos a finales de primavera y hacer el recorrido inverso a principios de otoño.
La trashumancia fue incluida en 2019 en la Lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, que reconoció el valor de esta práctica a partir de una candidatura transnacional presentada por Italia, Austria y Grecia.
La candidatura multinacional fue coordinada a nivel internacional por el Ministerio de Políticas Agrícolas, Alimentarias y Forestales, y en ella participaron las comunidades de práctica de las regiones de Apulia, Basilicata, Campania, Molise, Lacio, Abruzos y Lombardía, con la Asociación de Pastores Trashumantes de Lombardía y las provincias de Trento y Bolzano.
La UNESCO ha reconocido dos tipos de trashumancia: la trashumancia horizontal, en las regiones de llanura, y la trashumancia vertical, típica de las zonas de montaña, destacando la importancia cultural de una tradición que ha configurado las relaciones entre comunidades, animales y ecosistemas, generando la adopción de rituales, festivales y prácticas sociales que dan ritmo al verano y al otoño, signo recurrente de una práctica que se repite desde hace siglos con la naturaleza cíclica de las estaciones en todas las partes del mundo.
