La Abadía  de Morimondo,además de ser un lugar de culto y espiritualidad cistercense, junto a su monasterio, es también una atracción turística.

La Abadía de Morimondo,  ejemplo de  arquitectura cisterciense ya encaminada hacia el estilo gótico, fue iniciada en 1182  y terminada solo en 1296.

Fundada por un grupo de monjes, juntos en Morimondo dalla Francia en 1134,  el complejo se desarrolla en torno al claustro, corazón del  monasterio, lugar de la vida común y centro de la ciudadela monástica.

Es, de hecho, al claustro donde se unen todos los otros ambientes : la iglesia de la abadía,  así como la sala capitular, donde los monjes se reunían para discutir y tomar decisiones importantes, el refectorio y el scriptorium.

El cenobio, llevado a su antiguo esplendor después de las reformas terminadas en 2008,  visto desde el este y el sur, se presenta como una imponente construcción de cuatro pisos:  sobre la sala capitular todavía es posible visitar el dormitorio, originariamente estructurado en un solo ambiente. Bellísima es la fachada, con el amplio portón, el rosetón, las ventanas con parteluz y los arcos.

El movimiento cisterciense,nacido con el objetivode llevar la vida monástica a la plena adhesión a la Regla benedictina, es decir, supuso  un regreso a la sobriedad en el canto y la liturgia y  trajo de nuevo el  trabajo manual entre las tareas cotidianas.

Del mismo modo, la arquitectura asume también características simples y funcionales, señales de la pobreza y de la esencialidad de la vida monástica basada en la veneración a Dios. De hecho, los edificios son sobrios, las proporciones, la luz y la acústica evocan de manera natural la realidad espiritual, con un lenguaje simbólico útil para la reflexión y la plegaria del monje. 

En el interior el austero ambiente de la tradición cisterciense está embellecido por un mural de
Bernardino Luini, por un crucifijo del '400, un cuenco de agua bendita del  '300  y por el coro de madera  completado en 1522 por Francesco Giramo, un artista de Abbiategrasso.