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Fin de semana en Valtelina
Madesimo, Chiavenna, Morbegno. Un fin de semana en Valtelina
Un día en la nieve, un puente de récord, los sabores de la montaña. ¿Listos para descubrir la Valtelina a 360 grados?
Valchiavenna y Valtartano
La región alpina de Valtelina es el lugar ideal para los entusiastas de los deportes de invierno. En Valchiavenna, en Madesimo, las amplias extensiones de nieve se convierten en maravillosas pistas de esquí y snowboard, o en senderos fáciles para excursiones familiares con raquetas de nieve. En cambio, en la moto de nieve, se sale desde 1500 metros, rodeados de bosques de abetos y alerces, hasta los 2000 metros de la meseta de Andossi para admirar un panorama impresionante, entre lagos congelados y cielos despejados. A pocos kilómetros de distancia, otro valle da la bienvenida a una atracción del Libro Guinness de los Récords. En Tartano, con 140 metros de altura y 243 de longitud, el Ponte nel Cielo atrae cada día a cientos de visitantes para cruzar el puente colgante más alto de Europa. ¿Quién tiene el coraje de cruzarlo?
Chiavenna
En el centro del valle del mismo nombre, Chiavenna es un pueblo que narra su montaña. Desde las cuevas naturales (Crotti), que se convierten en bodegas para la crianza de los excelentes vinos locales, hasta las canteras romanas utilizadas para obtener la piedra Ollar con la que está construida la ciudad, ahora transformada en un parque natural. No se puede perder el complejo de la Colegiata de San Lorenzo: campanario, claustro y baptisterio. No muy lejos, en el municipio de Piuro, una joya renacentista. Con sus salas con frescos, el Palacio Vertemate Franchi se aleja de la idea de una casa de campo y se convierte en una verdadera residencia noble. Muebles de época originales, techos de madera tallada, jardines, fuentes y un huerto con un antiguo y curioso sistema de riego.
La montaña en la mesa
Tres pilares de la cocina de Valtellina: Sciatt, Brisaola y Pizzoccheri. El primero es el aperitivo por excelencia: sabrosos buñuelos de trigo sarraceno rellenos de queso. Brisaola (con i, como dicta la tradición) es el salame DOC de la zona, que cada productor conserva con especias y hierbas secretas. Por último, el plato indispensable después de un día en la nieve: los pizzoccheri. En la versión blanca de Chiavenna, más similar a un ñoqui.