Entre el colorido reflejo de las luces navideñas, Lombardía se prepara para dar la bienvenida a la Navidad con una irresistible mezcla de antiguas tradiciones y celebraciones modernas.

En este artículo nos sumergiremos en la atmósfera encantada de estas fechas a través de 7 tradiciones navideñas típicas de Lombardía que hacen de esta época del año una experiencia única. Desde los reconfortantes dulces navideños hasta el imponente árbol de Navidad que domina la piazza del Duomo, sin olvidar la animada feria de los «Oh bej! Oh bej!» y los pesebres más originales. Todos los rincones de Lombardía se visten de magia navideña y cualquier momento es una oportunidad para disfrutar del calor de la Navidad.

Dulces navideños tradicionales

La Navidad en Lombardía no es solo panettone, sino un viaje para descubrir la tradición. En Cremona, el turrón se elabora blando o duro, Crema es famosa por la spongarda, pastel elaborado con frutos secos y especias. Brianza nos deleita con el pantramvai, dulce parecido al pan con pasas. En Valtellina es tradicional la bisciola, pan de trigo sarraceno con castañas, frutos secos, miel, pasas, higos secos y nueces. Bérgamo celebra la Navidad con la polenta e osei, una cúpula de bizcocho empapada en licor de naranja. En Lodi podemos degustar la tortionata elaborada a base de almendras y cómo no mencionar los famosos amaretti di Saronno.

El árbol de Navidad de la piazza del Duomo

No es Navidad sin el tradicional árbol de la piazza del Duomo, cita simbólica en Milán de estas fiestas y que tiene lugar cada año el 6 de diciembre. Un gran abeto rodeado de puestos e instalaciones temporales, con un tema diferente cada año, de hecho, el Ayuntamiento de Milán publica una convocatoria para todas las empresas que quieran patrocinar el árbol. Para la edición de 2023, el árbol se decorará con logotipos e imágenes relacionadas con los Juegos Olímpicos de Invierno de Milán-Cortina 2026. Como escenario de la plaza, el mercado navideño de Milán, donde se puede comprar artesanía y deliciosos dulces de todo tipo. 

Visita a la feria de los «Oh bej! Oh bej!»

La feria de los «Oh Bej! Oh Bej!» es el mercado navideño más famoso de Milán, que se celebra durante la festividad de San Ambrosio frente al Castillo Sforzesco. La feria, que se remonta al año 1288, atrae a miles de turistas con una gran variedad de puestos que ofrecen antigüedades, ropa, juguetes y dulces típicos del invierno. El nombre «Oh bej! Oh bej!» data del año 1510, cuando Giannetto Castiglione llevó regalos a los niños de Milán, ganándose el aprecio de los milaneses. La feria es una antigua tradición que anuncia el inicio de las fiestas y acoge cada año a unos 400 expositores en un espacio de 25.000 metros cuadrados. La entrada es gratuita.

Celebración de la noche de Santa Lucía

El 13 de diciembre, todos los niños esperan con alegría la noche de Santa Lucía para recibir regalos y golosinas en esta ocasión tan especial. Cuenta la leyenda que Lucía, durante la persecución de Diocleciano, llevaba comida y regalos a los cristianos que permanecían escondidos, portando una corona de velas y acompañada de un burro. Según la tradición, cada año, en la noche del 12 al 13 de diciembre, regresa para traer regalos a los niños que se han portado bien. Antes de acostarse, dejan leche y galletas para Lucía y zanahorias para el burro. Cuando se despiertan, los niños encuentran caramelos y regalos, o carbón si no se han portado muy bien.

Los pesebres más originales 

La Navidad en Milán se envuelve con la magia del Pesebre bíblico de Baggio, uno de los tesoros históricos de la ciudad. Creado en la década de 1960 por Egidio Negrini, devoto voluntario de la parroquia de Sant'Apollinare, este pesebre ofrece un viaje en el tiempo a través de sus figuras originales expuestas en un pequeño museo durante las visitas guiadas. Abierto todos los domingos de diciembre y todos los días del 25 de diciembre al 7 de enero, el pesebre de Baggio se convierte en una emocionante visita durante las fiestas navideñas.
En la pintoresca localidad de Erba, el pesebre de Crevenna ofrece una fascinante representación de la vida en Brianza durante la década de 1950. Con escenas detalladas de oficios y momentos cotidianos, el pesebre capta la autenticidad del pasado. Además de la adorable representación del nacimiento, también se exponen otros pesebres tradicionales y obras creadas por escuelas locales.

En Crema, el barrio de Sabbioni acoge un magnífico acontecimiento religioso con el Pesebre de los Sabbioni. Desde 1989, este pesebre ocupa una superficie de unos 3.000 metros cuadrados y expone más de 300 personajes y animales de madera y escayola, todos reproducidos a tamaño natural en un escenario rural inspirado en los años cuarenta y cincuenta del siglo XX. Los amantes de este arte podrán visitar la exposición del 16 de diciembre al 14 de enero.
Talamona, como marca la tradición navideña, celebra la Navidad con los fascinantes Pesebres delle Contrade. Desde 1989, estas obras de arte, que representan la Natividad, se colocan en lugares singulares de la ciudad, como antiguos establos, pintorescos lavaderos y arroyos, para crear una atmósfera mágica y espiritual.

Por último, en Bagolino, en el impresionante Valle Sabbia, el pueblo se transforma en un fascinante escaparate de pesebres, expuestos en fuentes, pórticos y rincones pintorescos. Esta tradición convierte a Bagolino en un lugar mágico que visitar durante las fiestas, con un variado programa de eventos culturales, lúdicos y deportivos para todas las edades.