- Arte y cultura
Plaza de la Victoria
Proyectada por el arquitecto romano Marcello Piacentini e inaugurada en 1932, surge en lugar del antiguo barrio Medieval abatido en el ámbito de un amplio proyecto de reordenación de la ciudad según el nuevo plan urbanístico fascista.
Fueron destruidas “las pescaderías”, la zona mercantil y artesanal por excelencia de la ciudad a partir del siglo XV, pero también importantes restos de los Romanos y de los Longobardos que habían situado aquí el palacio ducal, la curia ducis, más tarde llamada Cordusio. La plaza procede del neoclasicismo monumental de Piacentini que aquí fue capaz de combinar elementos clásicos como el arco, el tímpano, el orden dotado de arquitrabe, pero manteniendo un cierto rigor y una simplicidad formal. El lado norte de la plaza está ocupado por el Palacio de Correos recubierto de travertino; al oeste se levanta el Torrione de 60 metros de alto revestido de cerámica de terracota; en el ángulo nordeste se asoma el Quadriportico, sobre cuyo acceso se alza la Torre de la revolución con el reloj. La plaza fue proyectada para albergar las grandes reuniones: para esto fue instalado el Arengario, púlpito de piedra porfírica roja de Tolmezzo adornada con bajorrelieves que representan escenas de la historia de Brescia, obra de Antoni Maraini. En la plaza se encontraba situada una colosal estatua (“el Bigio”) y una fuente que fueron removidos en la postguerra.